Beverly es una madre joven y sobreviviente de la violencia en el noviazgo. Llegó a LACLJ a través de nuestro programa Teen / LA cuando tenía 18 años con su bebé. El padre de su hijo le había infligido abuso físico y mental durante su relación y continuó amenazándola después de que rompieron. Beverly temía por su seguridad y la de su hijo debido al comportamiento controlador del agresor, por lo que buscó una orden de restricción permanente.

LACLJ la representó, pero el tribunal denegó la orden, afirmando que había pasado demasiado tiempo desde el último incidente de abuso físico y pasando por alto el impacto del abuso mental.

LACLJ creía que la corte le negó injustamente a Beverly una orden de restricción y obtuvo el apoyo de Gibson, Dunn & Crutcher LLP y Family Violence Appellate Project para presentar una apelación. El día de los argumentos orales, el Tribunal de Apelación acordó que el tribunal de primera instancia había cometido un error legal y ordenó al tribunal que emitiera la orden de restricción.

Rodríguez v. Equipo legal de Menjivar en la foto de izquierda a derecha: Kat Ryzewska (Gibson, Dunn & Crutcher LLP), Nancy Lemon (Proyecto de apelación de violencia familiar), Michael Holecek (Gibson, Dunn & Crutcher LLP), y los abogados de LACLJ Arianne Wang, Carmen McDonald y Sarah Reisman.

La decisión del Tribunal de Apelaciones no solo validó la experiencia de Beverly como sobreviviente, sino que también le dio la tranquilidad de seguir adelante y construir una vida más segura para ella y su hija. Para otros sobrevivientes que buscan protección a través del tribunal, la opinión publicada aclara que el abuso mental y emocional no solo está claramente definido en la Ley de Protección contra la Violencia Doméstica, sino que también suele tener el impacto traumático más duradero.